Los rellenos dérmicos ayudan a disminuir las líneas faciales y restaurar el volumen y la plenitud del rostro.

A medida que envejecemos, nuestros rostros pierden grasa subcutánea de forma natural. Los músculos faciales trabajan entonces más cerca de la superficie de la piel, por lo que las líneas de expresión y las patas de gallo se hacen más visibles.

La piel del rostro también se estira ligeramente, lo que contribuye a esta pérdida de volumen facial. Otros factores que afectan la piel del rostro incluyen la exposición solar, la herencia y el estilo de vida.

Qué pueden hacer los rellenos dérmicos

• Labios finos y carnosos
• Mejorar los contornos superficiales
• Suaviza las arrugas y pliegues faciales.
• Mejorar la apariencia de las cicatrices hundidas
• Reconstruir deformidades del contorno facial.
• Disminuir o eliminar la sombra de los párpados inferiores.

Los rellenos dérmicos pueden ser muy útiles en personas con signos tempranos de envejecimiento o como una parte agregada de la cirugía de rejuvenecimiento facial.